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Etapa 5.

Calzada de Valdunciel
Límite provincial Salamanca / Zamora


(16,5 kilómetros).

 

A estas alturas ya se encuentra el viajero a punto de abandonar la parte salmantina de la ruta jacobea. Ya queda mucho menos para contactar, allí en Astorga, con el camino francés hacia la meta compostelana. Se deja la localidad de Calzada de Valdunciel por el Arroyo de la Vega que, se supone, antes era cruzado a través de una pontonera construido con los restos pétreos que la localidad enseña.

Las obras de la Autovía de la Plata por todo este territorio provocaron la construcción de un camino que, no siendo el original, evita posiblemente varios cruces entre modernas vías de transporte. De nuevo, desde lo alto, descenso hacia el agua. En esta ocasión, la rivera de Cañedo. Justo antes de superar la variable corriente, el visitante se encontrará con la alquería de Huelmos de Cañedo, con su particular estación de tren abandonada por la ausencia de vía férrea en la propia Vía de la Plata que transita a pie.

Nuevamente el viajero toma la Cañada Real de la Plata para en su curso dirigirse hasta el entorno de Izcala, prácticamente el último enclave salmantino antes de dejar la provincia para adentrarse en la vecina de Zamora por la población de El Cubo del Tierra del Vino, final real de esta etapa del camino. En esta casi interminable recta alguna que otra torre abreviará el hipotético tedio y el más que seguro cansancio. Al frente, la del moderno centro penitenciario de Topas, de visión obligada desde muchos kilómetros a la redonda. A la derecha del camino, el viajero podrá divisar parte de la portentosa silueta del Castillo del Buen Amor, ahora reconvertido en magnífico centro hostelero, antes, allá por el siglo XIII, levantado como fortaleza militar.

Superadas ambas construcciones de tan diferente condición, el camino discurre hasta cruzar el puente que supera la rivera de Izcala. Han sido publicadas diferentes versiones, pero la de mayor base es la que asegura que la quinta mansio que se encontraba en la provincia salmantina, la de “Sibarim”, se levantó en este entorno de Izcala.

Desde allí, vuelta a las andadas y a los terrenos altos. Todo empezó en tierras elevadas y de la misma manera concluye. Es el fin de la provincia y la conclusión de este fantástico recorrido por una ruta de sueños que acabará junto a la tumba del apóstol Santiago. Una ruta que atraviesa Salamanca de Norte a Sur y que dejará al viajero agradecido por conocer maravillosos rincones de un camino histórico con todo el futuro por delante.    

 Fuentes: “La Vía de la Plata en la provincia de Salamanca”. Patronato Provincial de Turismo de Salamanca. Salamanca, 2010.

“Los miliarios de la Vía de la Plata en Salamanca”. Junta de Castilla y León.

“Vía de la Plata”. caminodesantiago.consumer.es